Sociedad Biblica Argentina

Navidad - Día 4

Texto(s) de la Biblia

Reinado del Mesías

1Una vara saldrá del tronco de Yesé; un vástago retoñará de sus raíces.

2Sobre él reposará el espíritu del Señor; el espíritu de sabiduría y de inteligencia; el espíritu de consejo y de poder, el espíritu de conocimiento y de temor del Señor.

3Su deleite será temer al Señor. No juzgará según las apariencias, ni dictará sentencia según los rumores.

4Defenderá los derechos de los pobres, y dictará sentencias justas en favor de la gente humilde del país. Su boca será la vara que hiera la tierra; sus labios serán el ventarrón que mate al impío.

5La justicia y la fidelidad serán el cinto que ceñirá su cintura.

6El lobo convivirá con el cordero; el leopardo se acostará junto al cabrito; el becerro, el león y el animal engordado andarán juntos, y un chiquillo los pastoreará.

7La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león comerá paja como buey.

8El niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la cueva de la víbora.

9Nadie hará mal ni daño alguno en ninguna parte de mi santo monte, porque la tierra estará saturada del conocimiento del Señor, así como las aguas cubren el mar.

10Cuando llegue ese día, sucederá que los pueblos irán en busca de la raíz de Yesé, la cual se plantará como estandarte de las naciones; y su habitación será gloriosa.

11Cuando llegue ese día, sucederá que el Señor levantará una vez más su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Jamat, y en las costas del mar;

12levantará un estandarte contra las naciones, y de los cuatro confines de la tierra juntará a los desterrados de Israel y a los esparcidos de Judá.

13Entonces se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a Efraín;

14sobre los hombros de los filisteos volarán al occidente, y saquearán también a los que habitan en el oriente; Edom y Moab les servirán, y los amonitas los obedecerán.

15Entonces el Señor secará el mar de Egipto, que parece una lengua, y con el poder de su espíritu levantará su mano sobre el río y lo partirá en siete brazos, para que pueda cruzarse con sandalias,

16y el remanente de su pueblo, el que haya quedado de Asiria, tendrá un camino, como lo tuvo Israel cuando salió de la tierra de Egipto.

1¿Quién ha creído a nuestro anuncio?

¿En quién se ha manifestado el brazo del Señor?

2Crecerá ante él como un renuevo,

como raíz en tierra seca.

No tendrá una apariencia atractiva,

ni una hermosura impresionante.

Lo veremos, pero sin atractivo alguno

para que más lo deseemos.

3Será despreciado y desechado

por la humanidad entera.

Será el hombre más sufrido,

el más experimentado en el sufrimiento.

¡Y nosotros no le daremos la cara!

¡Será menospreciado! ¡No lo apreciaremos!

4Con todo, él llevará sobre sí nuestros males,

y sufrirá nuestros dolores,

mientras nosotros creeremos que Dios

lo ha azotado, lo ha herido y humillado.

5Pero él será herido por nuestros pecados;

¡molido por nuestras rebeliones!

Sobre él vendrá el castigo de nuestra paz,

y por su llaga seremos sanados.

6Todos perderemos el rumbo, como ovejas,

y cada uno tomará su propio camino;

pero el Señor descargará sobre él

todo el peso de nuestros pecados.

7Se verá angustiado y afligido,

pero jamás emitirá una queja;

será llevado al matadero, como un cordero;

y como oveja delante de sus trasquiladores

se callará y no abrirá su boca.

8Sufrirá la cárcel, el juicio y la muerte;

¿y quién entonces contará su historia,

si él será arrancado por completo

de este mundo de los vivientes

y morirá por el pecado de mi pueblo?

9Se le dará sepultura con los impíos;

morirá en compañía de malhechores;

a pesar de que nunca hizo violencia a nadie,

ni jamás profirió una sola mentira.

EL RETOÑO TRAE JUSTICIA

El profeta Isaías vivió en una época oscura donde no parecía haber salida para el pueblo de Dios. El reino se había dividido. Israel sería llevado cautivo por Asiria a causa de su pecado, y Judá, que estaba viviendo en idolatría y religiosidad, también sería llevada cautiva por Babilonia (Is 39:6-7). ¡El panorama era completamente desalentador!

Es allí, en medio de los escombros, que Isaías nos recuerda la gracia de Dios. En medio de la oscuridad, una luz brilló. De aquel tronco infecundo, Él traería vida (Is 53:2).  ¡De la situación más sombría y desesperanzadora, Dios levantó al Rey de reyes y Señor de señores!

Cualquiera que sea la situación que estemos atravesando —a nivel personal, familiar, eclesial o nacional—, no existe un panorama lo suficientemente oscuro y desalentador en

donde Dios no pueda obrar su perfecta voluntad y cumplir fielmente sus promesas. En medio de las adversidades somos tentados a juzgar el obrar de Dios y perder la esperanza. Pero debemos recordar que, a diferencia nuestra, el Señor no juzga por lo que ve o lo que oye (v. 3), sino que obra de acuerdo a su justicia y soberanía. Descansemos en el cuidado del Rey  prometido que ya lo celebramos como presente en esta Navidad.

*Este es un fragmento adaptado del ebook: Noticias de gran gozo: 25 reflexiones para celebrar el Adviento. (2021, Coalición por el Evangelio), editado por Josué Barrios. Usado con permiso.

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