Jesús y los juramentos
33»Ustedes han oído también que se dijo a los antiguos: “No perjurarás, sino que cumplirás tus juramentos al Señor.”
34Pero yo les digo: No juren en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios,
35ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies, ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
36No jurarás ni por tu cabeza, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello tuyo.
37Cuando ustedes digan algo, que sea “sí, sí”, o “no, no”; porque lo que es más de esto, proviene del mal.
El amor hacia los enemigos
38»Ustedes han oído que fue dicho: “Ojo por ojo, y diente por diente.”
39Pero yo les digo: No resistan al que es malo, sino que a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, preséntale también la otra;
40al que quiera provocarte a pleito para quitarte la túnica, déjale también la capa;
41y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.
42Al que te pida, dale, y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
43»Ustedes han oído que fue dicho: “Amarás a tu prójimo, y odiarás a tu enemigo.”
44Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, bendigan a los que los maldicen, hagan bien a los que los odian, y oren por quienes los persiguen,
45para que sean ustedes hijos de su Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
46Porque si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa tendrán? ¿Acaso no hacen lo mismo los cobradores de impuestos?
47Y si ustedes saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de más? ¿Acaso no hacen lo mismo los paganos?
48Por lo tanto, sean ustedes perfectos, como su Padre que está en los cielos es perfecto.