Dios no cambia: Día 3
Texto(s) de la Biblia
Decir que Dios no cambia es también decir que Dios no se arrepiente. Dios no necesita reconsiderar sus planes porque todo cuanto se propuso descansa en su eterno conocimiento y soberano poder: nada puede tomarlo por sorpresa.
No importa lo inconstante de las personas o las circunstancias que me rodean, tampoco lo variable que yo sea: Dios no cambia. Su propósito es inalterable.
Podemos orar, cada día confiadamente como David: “Jehová cumplirá su propósito en mí”.