Dios castigará a Israel
1El profeta le dijo al pueblo:
«¡No cantes victoria, Israel!
¡No imites a esos pueblos
que saltan de alegría!
Te has apartado de Dios;
has adorado a dioses falsos.
Has sido infiel a tu Dios,
porque al ver tus cosechas
diste gracias a dioses falsos.
2»Por eso, pueblo de Israel,
faltará el trigo en tus graneros
y el vino en tus bodegas.
3-4No tendrás pan ni vino
para ofrecerlos en honor de tu Dios;
el poco pan que comas
será como pan de velorio:
solo sirve para calmar el hambre,
pero no para ofrecérselo a Dios,
porque Dios no lo acepta.
»Israel, ya no vivirás en la tierra
que Dios te dio.
Más bien volverás al país de Egipto
y al país de Asiria.
Allí tendrás que alimentarte
con lo que Dios te ha prohibido comer.
5Ya no podrás celebrar
ninguna fiesta en honor de Dios.
6Si escapas de la destrucción,
Egipto se encargará de atraparte,
y te enterrará en la ciudad de Menfis.
¡En tus ciudades y entre tus tesoros
crecerán la maleza y los espinos!»
7-8Dios dijo:
«Pronto entenderás, Israel,
que ya ha llegado el día
en que te daré tu merecido.
Tan grande es tu maldad,
y tan exagerado es tu odio,
que llamas “tontos” y “locos”
a los profetas que te he enviado.
Los envié para avisarte del peligro,
pero tú les tendiste trampas;
¡ni en mi propio templo
les ocultaste tu gran odio!
9Tu maldad es tan grande
que en nada eres diferente
de los que vivían en Guibeá;
¡pero no olvidaré tu maldad
y te castigaré por tus pecados!
10»Grande fue mi alegría
cuando te hallé por primera vez.
Fue como hallar uvas en el desierto;
¡fue como cortar los primeros frutos!
Pero al llegar a Baal-peor
tus antepasados se volvieron repugnantes
por adorar a dioses falsos,
a esos ídolos que tanto amaban.
11»Israel tiene grandes riquezas,
pero esas riquezas no durarán;
¡volarán como hojas al viento!
Sus mujeres ya no tendrán hijos.
12Y si llegaran a tenerlos,
yo les quitaré la vida.
¡Pobres de ellos cuando yo los abandone!
13»Israel y Tiro se parecen:
los dos países tienen un hermoso territorio,
¡pero Israel conduce a sus hijos
por un camino de muerte!»
Oración de Oseas
14«Dios nuestro, ¡dales su merecido!
¡Que no tengan hijos sus mujeres!
Y, si acaso llegan a tenerlos,
¡que no puedan alimentarlos!»
Respuesta de Dios
15«Ustedes los israelitas
llegaron a Guilgal
y cometieron toda clase de maldad;
por eso he dejado de amarlos,
y los echaré de aquí.
Ustedes son tan rebeldes
como lo fueron sus jefes;
por eso he dejado de amarlos.
16»Ustedes, israelitas,
han sido heridos de muerte;
¡son como un árbol con raíces secas,
que ya no da fruto!
Si acaso llegan a tener hijos,
yo les quitaré la vida,
aunque los quieran mucho».
Habla el profeta
17Oseas le dijo al pueblo:
«Israelitas, mi Dios los rechazará
porque lo han desobedecido.
Por eso perderán su patria
y andarán vagando entre las naciones.