21POR lo cual eres inexcusable, oh hombre, cuaquiera que juzgas:
porque en lo que juzgas á otro, te condenas á ti mismo; porque lo mismo haces, tú que juzgas.
2Mas sabemos que el juicio de Dios es según verdad contra los que hacen tales cosas.
3¿Y piensas esto, oh hombre, que juzgas á los que hacen tales cosas, y haces las mismas, que tú escaparás del juicio de Dios.?
4¿O menosprecias las
riquezas de su benignidad, y
paciencia,
y longanimidad,
ignorando que su benignidad te guía á arrepentimiento?
5Mas por tu dureza, y por tu corazón no arrepentido,
atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la manifestación del justo juicio de Dios;
6
El cual pagará á cada uno conforme á sus obras:
7A los que perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra é inmortalidad,
la vida eterna.
8Mas á los que son contenciosos, y
no obedecen á la verdad, antes obedecen á la injusticia, enojo é ira;
9Tribulación y angustia sobre toda persona humana que obra lo malo,
el Judío
primeramente, y también el Griego:
10Mas gloria y honra y paz á cualquiera que obra el bien, al Judío primeramente, y también al Griego.
11Porque no hay acepción
de personas para con Dios.
12Porque
todos lo que sin ley pecaron, sin ley también perecerán; y todos los que en la ley pecaron, por la ley serán juzgados:
13Porque no
los oidores de la ley son justos para con Dios, mas los hacedores de la ley
serán justificados.
14Porque los Gentiles que no tienen ley, naturalmente haciendo lo que es de la ley, los tales, aunque no tengan ley, ellos son ley á sí mismos:
15Mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio juntamente sus conciencias, y acusándose y también excusándose
sus pensamientos unos con otros;
16En el día que
juzgará el Señor lo encubierto de los hombres,
conforme á mi evangelio,
por Jesucristo.
17He aquí,
tú tienes el sobrenombre de Judío, y
estás reposado en la ley, y
te glorías en Dios,
18Y
sabes su voluntad, y apruebas lo mejor, instruído por la ley;
19Y confías que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas,
20Enseñador de los que no saben, maestro de niños,
que tienes la forma de la ciencia y de la verdad en la ley:
21Tú pues,
que enseñas á otro, ¿no te enseñas á ti mismo? ¿Tú, que predicas que no se ha de hurtar, hurtas?
22¿Tú, que dices que no se ha de adulterar, adulteras? ¿Tú, que abominas los ídolos,
cometes sacrilegio?
23¿Tú, que te jactas de la ley, con infracción de la ley deshonras á Dios?
24Porque el nombre de Dios es blasfemado por causa de vosotros entre los Gentiles,
como está esctrito.
25Porque la circuncisión en verdad
aprovecha, si guardares la ley; mas si eres rebelde á la ley, tu circuncisión es hecha incircuncisión.
26De manera que,
si el incircunciso guardare las justicias de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión por circuncisión?
27Y lo que de su natural es incircunciso, guardando perfectamente la ley, te
juzgará á ti, que
con la letra y con la circuncisión eres rebelde á la ley.
28Porque
no es Judío el que lo es en manifiesto; ni la circuncisión es la que es en manifiesto en la carne:
29Mas es Judío el que lo es en lo interior; y
la circuncisión es la del corazón,
en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no es de los hombres, sino de Dios.
31¿QUÉ, pues, tiene más el Judío? ¿ó qué aprovecha la circuncisión?,
2Mucho en todas maneras. Lo primero ciertamente, que
la palabra de Dios les ha sido
confiada.
3¿Pues qué
si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿la incredulidad de ellos habrá hecho vana la
verdad de Dios?
4En ninguna manera; antes bien sea
Dios verdadero, mas
todo hombre mentiroso; como está escrito:
Para que seas justificado en tus dichos,
Y venzas cuando de ti se juzgare.
5Y si nuestra iniquidad
encarece la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo?
(hablo como hombre.)
6En ninguna manera: de otra suerte ¿cómo juzgaría Dios el mundo?
7Empero si
la verdad de Dios por mi mentira creció á gloria suya, ¿por qué aun así yo soy juzgado como pecador?
8¿Y por qué no decir (como somos blasfemados, y como algunos dicen que nosotros decimos):
Hagamos males para que vengan bienes? la condenación de los cuales es justa.
9¿Qué pues? ¿Somos mejores que ellos? En ninguna manera: porque ya hemos acusado á Judíos y á Gentiles,
que todos están debajo de pecado.
10Como está escrito:
No hay justo, ni aun uno;
11No hay quien entienda,
No hay quien busque á Dios;
12Todos se apartaron, á una fueron hechos inútiles;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno:
13Sepulcro abierto
es su garganta;
Con sus lenguas tratan engañosamente;
Veneno de áspides está debajo de sus labios;
14Cuya boca
está llena de maledicencia y de amargura;
15Sus pies
son ligeros á derramar sangre;
16Quebrantamiento y desventura hay en sus caminos;
17Y camino de paz no conocieron:
18No hay temor de Dios
delante de sus ojos.
19Empero sabemos que todo lo que la ley dice, á los que están en la ley lo dice,
para que toda boca se tape, y que
todo el mundo se sujete á Dios:
20Porque por las obras
de la ley ninguna carne se justificará delante de él; porque
por la ley es el conocimiento del pecado.
21Mas ahora,
sin la ley, la justicia de Dios se ha manifestado, testificada por la ley y por los profetas:
22La justicia de Dios
por la fe de Jesucristo, para todos los que creen en él: porque
no hay diferencia;
23Por cuanto todos pecaron, y están distituídos de la gloria de Dios;
24Siendo justificados gratuitamente
por su gracia
por la redención que es en Cristo Jesús;
25Al cual Dios ha propuesto
en propiciación por la fe en
su sangre, para manifestación de su justicia, atento á haber pasado por alto, en su paciencia,
los pecados pasados,
26Con la mira de manifestar su justicia en este tiempo: para que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
27¿Dondé pues
está la jactancia? Es excluída. ¿Por cuál ley? ¿de las obras? No; mas por la ley de la fe.
28Así que, concluímos ser el hombre justificado por fe
sin las obras de la ley.
29¿Es Dios solamente Dios de los Judíos? ¿No es también Dios de los Gentiles? Cierto, también de los Gentiles.
30Porque
uno es Dios, el cual justificará por la fe la circuncisión, y por medio de la fe la incircuncisión.
31¿Luego deshacemos la ley por la fe? En ninguna manera; antes
establecemos la ley.
41¿QUÉ, pues, diremos que halló
Abraham nuestro padre según la carne?
2Que si Abraham fué
justificado por la obras, tiene de qué gloriarse; mas no para con Dios.
3Porque ¿qué dice la Escritura?
Y creyó Abraham á Dios, y le fué atribuído á justicia.
4Empero al que obra, no se le cuenta el salario por merced, sino por deuda.
5Mas al que no obra, pero cree en aquél que justifica al impío,
la fe le es contada por justicia.
6Como también David dice ser bienaventurado el hombre al cual Dios atribuye justicia
sin obras,
7Diciendo:
Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas,
Y cuyos pecados son cubiertos.
8Bienaventurado el varón al cual el Señor no imputó pecado.
9¿Es pues esta bienaventuranza solamente en la circuncisión ó también en la incircuncisión? porque decimos que á Abraham fué contada la fe por justicia.
10¿Cómo pues le fué contada? ¿en la circuncisión, ó en la incircuncisión? No en la circuncisión, sino en la incircuncisión.
11Y recibió la circuncisión
por señal, por sello de la justicia de la fe que tuvo en la incircuncisión: para que
fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, para que también á ellos les sea contado por justicia;
12Y padre de la circuncisión, no solamente á los que son de la circuncisión, más también á los que siguen las pisadas de la fe que fué en nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.
13Porque no por la ley
fué dada la promesa á Abraham ó á su simiente, que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe.
14Porque
si los que son de la ley son los herederos, vana es la fe, y anulada es la promesa.
15Porque
la ley obra ira; porque
donde no hay ley, tampoco hay transgresión.
16Por tanto es por la fe, para que sea
por gracia; para que la promesa sea firme á toda simiente, no solamente al que es de la ley, mas también al que es de la fe de Abraham,
el cual es padre de todos nosotros.
17(Como está escrito:
Que por padre de muchas gentes te he puesto) delante de Dios, al cual creyó;
el cual da vida á los muertos, y llama
las cosas que no son, como las que son.
18El creyó en esperanza contra esperanza, para venir á ser padre de muchas gentes, conforme á lo que le había sido dicho:
Así será tu simiente.
19Y no se enflaqueció en la fe,
ni consideró su cuerpo ya muerto (siendo ya de casi cien años,) ni la matriz muerta de Sara;
20Tampoco en la promesa de Dios dudó con desconfianza: antes fué esforzado en fe, dando gloria á Dios,
21Plenamente convencido de que todo lo que había prometido,
era también poderoso para hacerlo.
22Por lo cual también le fué atribuído á justicia.
23Y
no solamente por él fué escrito que le haya sido imputado;
24Sino también por nosotros, á quienes será imputado, esto es, á los que creemos
en el que levantó de los muertos á Jesús Señor nuestro,
25El cual fué entregado
por nuestros delitos, y resucitado para nuestra
justificación.