121Y UNA grande señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y
la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.
2Y
estando preñada, clamaba con dolores de parto, y sufría tormento por parir.
3Y fué vista otra señal en el cielo: y he aquí un grande
dragón bermejo, que tenía siete cabezas y
diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas.
4Y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo,
y las echó en tierra. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para parir,
a fin de devorar á su hijo cuando hubiese parido.
5Y ella parió un hijo varón, el cual había de
regir todas las gentes con vara de hierro: y su hijo fué arrebatado para Dios y á su trono.
6Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar aparejado de Dios, para que allí la mantengan
mil doscientos y sesenta días.
7Y fué hecha una grande batalla en el cielo:
Miguel y sus ángeles lidiaban contra el
dragón; y lidiaba el dragón y sus ángeles.
8Y no prevalecieron,
ni su lugar fué más hallado en el cielo.
9Y
fué lanzado fuera aquel gran dragón,
la serpiente antigua, que se llama Diablo y
Satanás,
el cual engaña á todo el mundo; fué arrojado en tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
10Y oí una grande voz en el cielo que decía:
Ahora ha venido la salvación, y la virtud, y el reino de nuestro Dios, y el poder de su Cristo; porque el acusador de nuestros hermanos ha sido arrojado,
el cual los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
11Y
ellos le han vencido por la sangre del Cordero, y por
la palabra de su testimonio;
y no han amado sus vidas hasta la muerte.
12Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos.
¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido á vosotros, teniendo grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo.
13Y cuando vió el dragón que él había sido arrojado á la tierra, persiguió á
la mujer que había parido al hijo varón.
14Y fueron dadas á la mujer dos alas de grande águila, para que de la presencia de la serpiente volase al desierto, á su lugar, donde es mantenida
por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo.
15Y la serpiente echó de su boca tras la mujer agua como un río, á fin de hacer que fuese arrebatada del río.
16Y la tierra ayudó á la mujer, y la tierra abrió su boca, y sorbió el río que había echado el dragón de su boca.
17Entonces el dragón fué airado contra la mujer;
y se fué á hacer guerra contra los otros de la simiente de ella,
los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen
el testimonio de Jesucristo.