Al Músico principal: sobre Gittith: Salmo de Asaph.
811CANTAD á Dios, fortaleza nuestra:
Al Dios de Jacob
celebrad con júbilo.
2Tomad la canción, y tañed el adufe,
El arpa deliciosa con el salterio.
3Tocad la
trompeta
en la nueva luna,
En el día señalado, en el día de nuestra solemnidad.
4Porque estatuto es de Israel,
Ordenanza del Dios de Jacob.
5Por testimonio
en José lo ha constituído,
Cuando salió por la tierra de Egipto;
Donde oí lenguaje que no entendía.
6
Aparté su hombro de debajo de la carga;
Sus manos se quitaron de vasijas de barro.
7
En la calamidad clamaste, y yo te libré:
Te respondí en el secreto del trueno;
Te probé sobre las aguas de Meriba. (Selah.)
8Oye, pueblo mío y te protestaré.
Israel, si me oyeres,
9
No habrá en ti dios ajeno,
Ni te encorvarás á dios extraño.
10
Yo soy Jehová tu Dios,
Que te hice subir de la tierra de Egipto:
Ensancha tu boca, y henchirla he.
11Mas mi pueblo no oyó mi voz,
E Israel
no me quiso á mí.
12
Dejélos por tanto á la dureza de su corazón:
Caminaron en sus consejos.
13
¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo,
Si en mis caminos hubiera Israel andado!
14En una nada habría yo derribado sus enemigos,
Y vuelto mi mano sobre sus adversarios.
15
Los aborrecedores de Jehová se le hubieran sometido;
Y el tiempo de ellos fuera para siempre.
16Y Dios lo hubiera mantenido de grosura de trigo:
Y de miel de la piedra te hubiera saciado.
Salmo de Asaph.
821DIOS está en la reunión de los dioses;
En medio de los dioses juzga.
2¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente,
Y
aceptaréis las personas
de los impíos? (Selah.)
3Defended al pobre y al huérfano:
Haced justicia al afligido y al menesteroso.
4Librad al afligido y al necesitado:
Libradlo de mano de los impíos.
5No saben, no entienden,
Andan en tinieblas:
Vacilan
todos los cimientos de la tierra.
6
Yo dije: Vosotros sois dioses.
E hijos todos vosotros del Altísimo.
7Empero
como hombres moriréis.
Y caeréis como cualquiera de los tiranos.
8Levántate, oh Dios, juzga la tierra:
Porque tú heredarás en todas las gentes.
Canción: Salmo de Asaph.
831OH
Dios no tengas silencio:
No calles, oh Dios, ni te estés quieto.
2Porque
he aquí que braman tus enemigos;
Y tus aborrecedores han alzado cabeza.
3Sobre tu pueblo han consultado astuta y secretamente,
Y han entrado en consejo
contra tus escondidos.
4Han dicho: Venid, y
cortémoslos de ser pueblo,
Y no haya más memoria del nombre de Israel.
5Por esto han conspirado de corazón á una,
Contra ti han hecho liga;
6
Los pabellones de los Idumeos y de los
Ismaelitas,
Moab y los
Agarenos;
7
Gebal, y Ammón, y
Amalec;
Los Filisteos con los habitadores de Tiro.
8También el
Assur se ha juntado con ellos:
Son por brazo á los
hijos de Lot. (Selah.)
9Hazles como
a Madián;
Como
a Sísara, como á Jabín en el
arroyo de Cisón;
10Que perecieron en Endor,
Fueron hechos muladar de la tierra.
11Pon á ellos y á sus capitanes como
a Oreb y como á Zeeb;
Y como á
Zeba y como á Zalmunna, á todos sus príncipes;
12Que han dicho:
Heredemos para nosotros
Las moradas de Dios.
13
Dios mío, ponlos como á torbellinos;
Como á hojarascas delante del viento.
14Como fuego que quema el monte,
Como llama que abrasa las breñas.
15Persíguelos así con tu tempestad,
Y asómbralos con tu torbellino.
16
Llena sus rostros de vergüenza;
Y busquen tu nombre, oh Jehová.
17Sean afrentados y turbados para siempre;
Y sean deshonrados, y perezcan.
18
Y conozcan que
tu nombre es JEHOVÁ;
Tú solo Altísimo sobre toda la tierra.