711EN ti,
oh Jehová, he esperado;
No sea yo confuso para siempre.
2
Hazme escapar, y líbrame en tu justicia:
Inclina tu oído y sálvame.
3
Séme por peña de estancia, adonde recurra yo continuamente:
Mandado has que yo sea salvo;
Porque tú eres mi roca, y mi fortaleza.
4
Dios mío, líbrame de la mano del impío,
De la mano del perverso y violento.
5Porque tú, oh Señor Jehová, eres
mi esperanza:
Seguridad mía desde mi juventud.
6
Por ti he sido sustentado desde el vientre:
De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacaste:
De ti será siempre mi alabanza.
7
Como prodigio he sido á muchos;
Y tú mi refugio fuerte.
8Sea
llena mi boca de tu alabanza,
De tu gloria todo el día.
9
No me deseches en el tiempo de la vejez;
Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.
10Porque mis enemigos han tratado de mí;
Y los que acechan mi alma, consultaron juntamente.
11Diciendo: Dios lo ha dejado:
Perseguid y tomadle, porque no hay quien le libre.
12
Oh Dios, no te alejes de mí:
Dios mío,
acude presto á mi socorro.
13
Sean avergonzados, fallezcan los adversarios de mi alma;
Sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que mi mal buscan.
14Mas yo siempre esperaré,
Y añadiré sobre toda tu alabanza.
15
Mi boca publicará tu justicia
Y tu salud todo el día,
Aunque no sé el número de ellas.
16Vendré á las valentías del Señor Jehová:
Haré memoria de sola tu justicia.
17Oh Dios, enseñásteme desde mi mocedad;
Y hasta ahora he manifestado tus maravillas.
18Y aun hasta la vejez y las canas; oh Dios, no me desampares,
Hasta que denuncie
tu brazo á la posteridad,
Tus valentías á todos los que han de venir.
19
Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso;
Porque
has hecho grandes cosas:
Oh Dios, ¿quién como tú?
20
Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males,
Volverás á darme vida,
Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.
21Aumentarás mi grandeza,
Y volverás á consolarme.
22Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio,
Oh Dios mío: tu verdad cantaré yo á ti en el arpa,
Oh Santo de Israel.
23Mis labios cantarán cuando á ti salmeare,
Y
mi alma, á la cual redimiste.
24
Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día:
Por cuanto fueron avergonzados, porque fueron confusos los que mi mal procuraban.
Para Salomón.
721OH Dios, da tus juicios al rey,
Y
tu justicia al hijo del rey.
2
El juzgará tu pueblo con justicia,
Y tus afligidos con juicio.
3
Los montes llevarán paz al pueblo,
Y los collados justicia.
4Juzgará los afligidos del pueblo,
Salvará los hijos del menesteroso,
Y quebrantará al violento.
5Temerte han mientras duren
el sol
Y la luna, por generación de generaciones.
6
Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada;
Como el rocío que destila sobre la tierra.
7
Florecerá en sus día justicia,
Y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna.
8
Y dominará de mar á mar,
Y desde el río hasta los cabos de la tierra.
9
Delante de él se postrarán los Etiopes;
Y
sus enemigos lamerán la tierra.
10
Los reyes de Tharsis y
de las islas traerán presentes:
Los reyes de
Sheba y de
Seba ofrecerán dones.
11Y arrodillarse han á él todos los reyes;
Le servirán todas las gentes.
12Porque él librará al menesteroso que clamare,
Y al afligido que no tuviere quien le socorra.
13Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso,
Y salvará las almas de los pobres.
14De engaño y de violencia redimirá sus almas:
Y la sangre de ellos será preciosa en sus ojos.
15Y vivirá, y darásele del oro de Seba;
Y oraráse por él continuamente;
Todo el día se le bendecirá.
16Será echado un puño de grano en tierra, en las cumbres de los montes;
Su fruto hará ruido como el Líbano,
Y los de la ciudad florecerán
como la hierba de la tierra.
17
Será su nombre para siempre,
Perpetuaráse su nombre mientras el sol dure:
Y benditas serán en él todas las gentes:
Llamarlo han bienaventurado.
18
Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel,
Que solo hace maravillas.
19Y bendito su nombre glorioso para siempre:
Y toda la tierra sea llena de su gloria.
Amén y Amén.
20Acábanse las oraciones de David, hijo de Isaí.
Salmo de Asaph.
731CIERTAMENTE bueno es Dios á Israel,
A los limpios de corazón.
2Mas yo, casi se deslizaron mis pies;
Por poco resbalaron mis pasos.
3
Porque tuve envidia de los insensatos,
Viendo la prosperidad de los impíos.
4Porque no hay ataduras para su muerte;
Antes su fortaleza está
entera.
5No están ellos en el trabajo humano;
Ni son azotados con los otros hombres.
6Por tanto soberbia los corona:
Cúbrense de vestido de violencia.
7Sus ojos están salidos de gruesos:
Logran con creces los antojos del corazón.
8Soltáronse, y hablan con maldad de hacer violencia;
Hablan con altanería.
9Ponen en el cielo su boca,
Y su lengua pasea la tierra.
10Por eso su pueblo vuelve aquí,
Y aguas de lleno les son exprimidas.
11Y dicen:
¿Cómo sabe Dios?
¿Y hay conocimiento en lo alto?
12He aquí estos impíos,
Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.
13
Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón,
Y lavado mis manos en inocencia;
14Pues he sido azotado todo el día,
Y empezaba mi castigo por las mañanas.
15Si dijera yo, Discurriré de esa suerte;
He aquí habría negado la nación de tus hijos:
16Pensaré pues para saber esto:
Es á mis ojos duro trabajo,
17Hasta
que venido al santuario de Dios,
Entenderé
la postrimería de ellos.
18Ciertamente
los has puesto en deslizaderos;
En asolamientos los harás caer.
19¡Cómo han sido asolados! ¡cuán en un punto!
Acabáronse, fenecieron con turbaciones.
20
Como sueño del que despierta,
Así, Señor,
cuando despertares, menospreciarás sus apariencias.
21Desazonóse á la verdad mi corazón,
Y en mis riñones sentía punzadas.
22
Mas yo era ignorante, y no entendía:
Era como una bestia acerca de ti.
23Con todo, yo siempre estuve contigo:
Trabaste de mi mano derecha.
24
Hasme guiado según tu consejo,
Y
después me recibirás en gloria.
25
¿A quién tengo yo en los cielos?
Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
26
Mi carne y mi corazón desfallecen:
Mas la roca de mi corazón y
mi porción es Dios para siempre.
27Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán:
Tú cortarás á todo aquel
que fornicando, de ti se aparta.
28Y en cuanto á mí, el
acercarme á Dios es el bien:
He puesto en el Señor Jehová mi esperanza,
Para contar todas tus obras.