Salmo de David.
371NO
te impacientes á causa de los malignos,
Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.
2Porque
como hierba serán presto cortados,
Y decaerán como verdor de renuevo.
3Espera en Jehová, y haz bien;
Vivirás en la tierra, y en verdad serás alimentado.
4
Pon asimismo tu delicia en Jehová,
Y él te dará las peticiones de tu corazón.
5Encomienda
a Jehová tu camino,
Y espera en él; y él hará.
6Y exhibirá tu justicia como la luz,
Y tus derechos como el medio día.
7
Calla á Jehová,
y espera en él:
No te alteres con motivo del que prospera en su camino,
Por el hombre que hace maldades.
8Déjate de la ira, y depón el enojo:
No te excites en manera alguna á hacer lo malo.
9
Porque los malignos serán talados,
Mas los que esperan en Jehová,
ellos heredarán la tierra.
10
Pues de aquí á poco no será el malo:
Y contemplarás sobre su lugar, y no parecerá.
11
Pero los mansos heredarán la tierra,
Y se recrearán con abundancia de paz.
12Maquina el impío contra el justo,
Y cruje sobre él sus dientes.
13
El Señor se reirá de él;
Porque ve que viene
su día.
14Los impíos desenvainaron espada, y entesaron su arco,
Para derribar al pobre y al menesteroso,
Para matar á
los de recto proceder.
15La espada de ellos entrará en su mismo corazón,
Y su arco será quebrado.
16
Mejor es lo poco del justo,
Que las riquezas de muchos pecadores.
17Porque
los brazos de los impíos serán quebrados:
Mas el que sostiene á los justos es Jehová.
18
Conoce Jehová los días de los perfectos:
Y la heredad de ellos será para siempre.
19No serán avergonzados en el mal tiempo;
Y
en los días de hambre serán hartos.
20Mas los impíos perecerán,
Y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros
Serán consumidos:
se disiparán como humo.
21
El impío toma prestado, y no paga;
Mas
el justo tiene misericordia, y da.
22
Porque los benditos de él heredarán la tierra;
Y los malditos de él serán talados.
23
Por Jehová son ordenados los pasos del hombre,
Y aprueba su camino.
24Cuando cayere,
no quedará postrado;
Porque Jehová sostiene su mano.
25Mozo fuí, y he envejecido,
Y no he visto justo desamparado,
Ni su simiente que
mendigue pan.
26
En todo tiempo tiene misericordia, y presta;
Y su simiente es para bendición.
27
Apártate del mal, y haz el bien,
Y vivirás para siempre.
28Porque Jehová ama la rectitud,
Y no desampara sus santos:
Para siempre serán guardados;
Mas la simiente de los impíos será extirpada.
29Los justos heredarán la tierra,
Y vivirán para siempre sobre ella.
30
La boca del justo hablara sabiduría;
Y su lengua proferirá juicio.
31
La ley de su Dios está en su corazón;
Por tanto sus pasos no vacilarán.
32Acecha el impío al justo,
Y procura matarlo.
33Jehová no lo dejará en sus manos,
Ni lo condenará cuando le juzgaren.
34
Espera en Jehová, y guarda su camino,
Y él te ensalzará para heredar la tierra:
Cuando serán talados los pecadores, lo verás.
35
Vi yo al impío sumamente ensalzado,
Y que se extendía como un laurel verde.
36Empero pasóse, y he aquí no parece;
Y busquélo, y no fué hallado.
37Considera al íntegro, y mira al justo:
Que la postrimería de cada uno de ellos es
paz.
38Mas los transgresores fueron todos á una destruídos:
La
postrimería de los impíos fué talada.
39Pero la salvación de los justos es de Jehová,
Y él es su fortaleza en el tiempo de angustia.
40Y Jehová los ayudará,
Y
los librará: y libertarálos de los impíos, y los salvará,
Por cuanto en él esperaron.
Salmo de David,
para recordar.
381JEHOVÁ,
no me reprendas en tu furor,
Ni me castigues en tu ira.
2Porque
tus saetas descendieron á mí,
Y
sobre mí ha caído tu mano.
3No hay sanidad en mi carne á causa de tu ira;
Ni hay paz en mis huesos á causa de mi pecado.
4Porque
mis iniquidades han pasado mi cabeza:
Como carga pesada se han
agravado sobre mí.
5
Pudriéronse, corrompiéronse mis llagas,
A causa de mi locura.
6Estoy encorvado,
estoy humillado en gran manera,
Ando enlutado todo el día.
7Porque mis lomos están llenos de irritación,
Y no hay sanidad en mi carne.
8Estoy debilitado y molido en gran manera;
Bramo á causa de la conmoción de mi corazón.
9Señor, delante de ti están todos mis deseos;
Y mi suspiro no te es oculto.
10Mi corazón está acongojado, hame dejado mi vigor;
Y aun
la misma luz de mis ojos no está conmigo.
11
Mis amigos y mis compañeros se quitaron de delante de mi plaga;
Y mis cercanos
se pusieron lejos.
12Y los que buscaban mi alma
armaron lazos;
Y los que procuraban mi mal hablaban iniquidades,
Y meditaban fraudes todo el día.
13Mas yo, como si fuera sordo no oía;
Y estaba como un mudo, que no abre su boca.
14Fuí pues como un hombre que no oye,
Y que en su boca no tiene reprensiones.
15Porque á ti, oh Jehová, esperé yo:
Tú responderás, Jehová Dios mío.
16Porque dije:
Que no se alegren de mí:
Cuando mi pie resbalaba, sobre mí se engrandecían.
17Empero yo estoy á pique de claudicar,
Y mi dolor está delante de mí continuamente.
18Por tanto denunciaré mi maldad;
Congojaréme por mi pecado.
19Porque mis enemigos están vivos y fuertes:
Y
hanse aumentado los que me aborrecen sin causa:
20Y
pagando mal por bien
Me son contrarios,
por seguir yo lo bueno.
21No me desampares, oh Jehová:
Dios mío, no te alejes de mí.
22Apresúrate á ayudarme,
Oh Señor, mi salud.
Al Músico principal, á Jeduthún: Salmo de David.
391YO DIJE:
Atenderé á mis caminos,
Para no pecar con mi lengua:
Guardaré mi boca con freno,
En tanto que el impío fuere contra mí.
2
Enmudecí con silencio, calléme aun respecto de lo bueno:
Y excitóse mi dolor.
3
Enardecióse mi corazón dentro de mí;
Encendióse fuego en mi meditación,
Y así proferí con mi lengua:
4
Hazme saber, Jehová, mi fin,
Y cuánta sea la medida de mis días;
Sepa yo cuánto tengo de ser del mundo.
5He aquí diste á mis días término corto,
Y
mi edad es como nada delante de ti:
Ciertamente es completa
vanidad todo hombre que vive. (Selah.)
6Ciertamente en tinieblas anda el hombre;
Ciertamente en vano se inquieta:
Junta, y no sabe quién lo allegará.
7Y ahora, Señor, ¿qué esperaré?
Mi esperanza en ti está.
8Líbrame de todas mis rebeliones;
No me pongas por escarnio del insensato.
9
Enmudecí, no abrí mi boca;
Porque
tú lo hiciste.
10
Quita de sobre mí tu plaga;
De la guerra de tu mano soy consumido.
11Con castigos sobre el pecado corriges al hombre,
Y haces consumirse como de polilla su grandeza:
Ciertamente vanidad es todo hombre. (Selah.)
12Oye mi oración, oh Jehová, y escucha mi clamor:
No calles á mis lágrimas;
Porque peregrino soy para contigo,
Y advenedizo,
como todos mis padres.
13
Déjame, y tomaré fuerzas,
Antes que vaya y perezca.