1371JUNTO á los ríos de Babilonia,
Allí nos sentábamos, y aun llorábamos,
Acordándonos de Sión.
2Sobre los sauces en medio de ella
Colgamos nuestras arpas.
3Y los que allí nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos,
Y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo:
4Cantadnos algunos de los himnos de Sión.
¿Cómo cantaremos canción de Jehová
En tierra de extraños?
5Si me olvidare de ti, oh Jerusalem,
Mi diestra sea olvidada.
6
Mi lengua se pegue á mi paladar,
Si de ti no me acordare;
Si no ensalzare á Jerusalem
Como preferente asunto de mi alegría.
7Acuérdate, oh Jehová,
de los hijos de Edom
En el día de Jerusalem;
Quienes decían: Arrasadla, arrasadla
Hasta los cimientos.
8Hija de Babilonia
destruída,
Bienaventurado el
que te diere el pago
De lo que tú nos hiciste.
9Bienaventurado el que tomará y estrellará tus niños
Contra las piedras.
Salmo de David.
1381ALABARTE he con todo mi corazón:
Delante de los dioses te cantaré salmos.
2Encorvaréme al templo de tu santuario,
Y
alabaré tu nombre por tu misericordia y tu verdad:
Porque has hecho magnífico tu nombre, y tu dicho sobre todas las cosas.
3En el día que clamé, me respondiste;
Esforzásteme con fortaleza en mi alma.
4
Confesarte han, oh Jehová, todos los reyes de la tierra,
Cuando habrán oído los dichos de tu boca.
5Y cantarán de los caminos de Jehová:
Que la gloria de Jehová es grande.
6
Porque el alto Jehová
atiende al humilde;
Mas al altivo mira de lejos.
7
Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás:
Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano,
Y salvaráme tu diestra.
8
Jehová cumplirá por mí:
Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre;
No dejarás la obra de tus manos.
Al Músico principal: Salmo de David.
1391OH Jehová,
tú me has examinado y conocido.
2
Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme,
Has entendido desde lejos mis pensamientos.
3Mi senda y mi acostarme has rodeado,
Y estás impuesto en todos mis caminos.
4Pues aun no está la palabra en mi lengua,
Y he aquí, oh Jehová,
tú la sabes toda.
5
Detrás y delante me guarneciste,
Y sobre mí pusiste tu mano.
6
Más maravillosa es la ciencia que mi capacidad;
Alta es, no puedo comprenderla.
7
¿Adónde me iré de tu espíritu?
¿Y adónde huiré de tu presencia?
8
Si subiere á los cielos, allí estás tú:
Y si en abismo hiciere mi estrado, he aquí allí tú estás.
9Si tomare las
alas del alba,
Y habitare en el extremo de la mar,
10Aun allí me guiará tu mano,
Y me asirá tu diestra.
11Si dijere:
Ciertamente las tinieblas me encubrirán;
Aun la noche resplandecerá tocante á mí.
12
Aun las tinieblas no encubren de ti,
Y la noche resplandece como el día:
Lo mismo te son las tinieblas que la luz.
13
Porque tú poseiste mis riñones;
Cubrísteme en el vientre de mi madre.
14Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras:
Estoy maravillado,
Y mi alma lo conoce mucho.
15
No fué encubierto de ti mi cuerpo,
Bien que en oculto fuí formado,
Y compaginado en lo más bajo de la tierra.
16Mi embrión vieron tus ojos,
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas,
Sin faltar una de ellas.
17
Así que ¡cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!
¡Cuán multiplicadas son sus cuentas!
18Si los cuento, multiplícanse más que la arena:
Despierto, y aun estoy contigo.
19De cierto, oh Dios,
matarás al impío;
Apartaos pues de mí, hombres sanguinarios.
20Porque
blasfemias dicen ellos contra ti:
Tus enemigos toman en vano tu nombre
21
¿No tengo en odio, oh Jehová, á los que te aborrecen,
Y me conmuevo contra tus enemigos?
22Aborrézcolos con perfecto odio;
Téngolos por enemigos.
23
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón:
Pruébame y reconoce mis pensamientos:
24Y ve si hay en mí camino de perversidad,
Y
guíame en el camino eterno.