311PALABRAS del rey
Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre.
2¿Qué, hijo mío? ¿y qué,
hijo de mi vientre?
¿Y qué, hijo de mis deseos?
3
No des á las mujeres tu fuerza,
Ni tus caminos
a lo que es para destruir los reyes.
4
No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino,
Ni de los príncipes la cerveza.
5
No sea que bebiendo olviden la ley,
Y perviertan el derecho de todos los hijos afligidos.
6
Dad la cerveza al desfallecido,
Y el vino á los de amargo ánimo:
7Beban, y olvídense de su necesidad,
Y de su miseria no más se acuerden.
8
Abre tu boca por el mudo,
En el juicio de todos los hijos de muerte.
9Abre tu boca,
juzga justicia,
Y el derecho del pobre y del menesteroso.
10
18.22
Mujer fuerte, ¿quién la hallará?
Porque su estima sobrepuja largamente á la de piedras preciosas.
11El corazón de su marido está en ella confiado,
Y no tendrá necesidad de despojo.
12Darále ella bien y no mal,
Todos los días de su vida.
13Buscó lana y lino,
Y con voluntad labró de sus manos.
14Fué como navío de mercader:
Trae su pan de lejos.
15Levantóse aun de noche,
Y
dió comida á su familia,
Y ración á sus criadas.
16Consideró la heredad, y compróla;
Y plantó viña del fruto de sus manos.
17Ciñó sus lomos de fortaleza,
Y esforzó sus brazos.
18Gustó que era buena su granjería:
Su candela no se apagó de noche.
19Aplicó sus manos al huso,
Y sus manos tomaron la rueca.
20
Alargó su mano al pobre,
Y extendió sus manos al menesteroso.
21No tendrá temor de la nieve por su familia,
Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.
22Ella se hizo tapices;
De lino fino y púrpura es su vestido.
23
Conocido es su marido
en las puertas,
Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.
24Hizo telas, y vendió;
Y dió cintas al mercader.
25Fortaleza y honor son su vestidura;
Y en el día postrero reirá.
26Abrió su boca con sabiduría:
Y la ley de clemencia está en su lengua.
27Considera los caminos de su casa,
Y no come el pan de balde.
28Levantáronse sus hijos, y llamáronla bienaventurada;
Y su marido también la alabó.
29Muchas mujeres hicieron el bien;
Mas tú las sobrepujaste á todas.
30Engañosa es la gracia, y vana la hermosura:
La mujer que teme á Jehová, ésa será alabada.
31Dadle el fruto de sus manos,
Y alábenla en las puertas sus hechos.