301PALABRAS de Agur, hijo de Jachê:
La profecía que dijo el varón á Ithiel, á Ithiel y á Ucal.
2
Ciertamente más rudo soy yo que ninguno,
Ni tengo entendimiento de hombre.
3Yo ni aprendí sabiduría,
Ni conozco la ciencia del Santo.
4
¿Quién subió al cielo, y descendió?
¿Quién encerró los vientos en sus puños?
¿Quién ató las aguas en un paño?
¿Quién afirmó todos los términos de la tierra?
¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes?
5
Toda palabra de Dios es limpia:
Es escudo á los que en él esperan.
6
No añadas á sus palabras, porque no te reprenda,
Y seas hallado mentiroso.
7Dos cosas te he demandado;
No me las niegues antes que muera.
8Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí.
No me des pobreza ni riquezas;
Manténme del pan que he menester;
9
No sea que me harte, y te niegue, y diga, ¿Quién es Jehová?
O no sea que siendo pobre, hurte,
Y blasfeme el nombre de mi Dios.
10No acuses al siervo ante su señor,
Porque no te maldiga, y peques.
11Hay generación que maldice á su padre,
Y á su madre no bendice.
12Hay generación
limpia en su opinión,
Si bien no se ha limpiado su inmundicia.
13Hay generación cuyos ojos son
altivos,
Y cuyos párpados son alzados.
14
Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos,
Para devorar á los pobres de la tierra, y de entre los hombres á los menesterosos.
15La sanguijuela tiene dos hijas que se llaman, Trae, trae.
Tres cosas hay que nunca se hartan;
Aun la cuarta nunca dice, Basta:
16
El sepulcro, y la matriz estéril,
La tierra no harta de aguas,
Y el fuego que jamás dice, Basta.
17
El ojo que escarnece á su padre,
Y menosprecia la enseñanza de la madre,
Los cuervos lo saquen de la arroyada,
Y tráguenlo los hijos del águila.
18Tres cosas me son ocultas;
Aun tampoco sé la cuarta:
19El rastro del águila en el aire;
El rastro de la culebra sobre la peña;
El rastro de la nave en medio de la mar;
Y el rastro del hombre en la moza.
20Tal es el rastro de la mujer adúltera:
Come, y limpia su boca,
Y dice: No he hecho maldad.
21Por tres cosas se alborota la tierra,
Y la cuarta no puede sufrir:
22
Por el siervo cuando reinare;
Y por el necio cuando se hartare de pan;
23Por la aborrecida cuando se casare;
Y por la sierva cuando heredare á su señora.
24Cuatro cosas son de las más pequeñas de la tierra,
Y las mismas son más sabias que los sabios:
25
Las hormigas, pueblo no fuerte,
Y en el verano preparan su comida;
26
Los conejos, pueblo nada esforzado,
Y ponen su casa en la piedra;
27Las langostas, no tienen rey,
Y salen todas acuadrilladas;
28La araña, ase con las manos,
Y está en palacios de rey.
29Tres cosas hay de hermoso andar,
Y la cuarta pasea muy bien:
30El león, fuerte entre todos los animales,
Que no torna atrás por nadie;
31El lebrel ceñido de lomos; asimismo el macho cabrío;
Y un rey contra el cual ninguno se levanta.
32Si caiste, fué porque te enalteciste;
Y si mal pensaste,
Pon el dedo sobre la boca.
33Ciertamente el que exprime la leche, sacará manteca;
Y el que recio se suena las narices, sacará sangre:
Y el que provoca la ira, causará contienda.
311PALABRAS del rey
Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre.
2¿Qué, hijo mío? ¿y qué,
hijo de mi vientre?
¿Y qué, hijo de mis deseos?
3
No des á las mujeres tu fuerza,
Ni tus caminos
a lo que es para destruir los reyes.
4
No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino,
Ni de los príncipes la cerveza.
5
No sea que bebiendo olviden la ley,
Y perviertan el derecho de todos los hijos afligidos.
6
Dad la cerveza al desfallecido,
Y el vino á los de amargo ánimo:
7Beban, y olvídense de su necesidad,
Y de su miseria no más se acuerden.
8
Abre tu boca por el mudo,
En el juicio de todos los hijos de muerte.
9Abre tu boca,
juzga justicia,
Y el derecho del pobre y del menesteroso.
10
Mujer fuerte, ¿quién la hallará?
Porque su estima sobrepuja largamente á la de piedras preciosas.
11El corazón de su marido está en ella confiado,
Y no tendrá necesidad de despojo.
12Darále ella bien y no mal,
Todos los días de su vida.
13Buscó lana y lino,
Y con voluntad labró de sus manos.
14Fué como navío de mercader:
Trae su pan de lejos.
15Levantóse aun de noche,
Y
dió comida á su familia,
Y ración á sus criadas.
16Consideró la heredad, y compróla;
Y plantó viña del fruto de sus manos.
17Ciñó sus lomos de fortaleza,
Y esforzó sus brazos.
18Gustó que era buena su granjería:
Su candela no se apagó de noche.
19Aplicó sus manos al huso,
Y sus manos tomaron la rueca.
20
Alargó su mano al pobre,
Y extendió sus manos al menesteroso.
21No tendrá temor de la nieve por su familia,
Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.
22Ella se hizo tapices;
De lino fino y púrpura es su vestido.
23
Conocido es su marido
en las puertas,
Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.
24Hizo telas, y vendió;
Y dió cintas al mercader.
25Fortaleza y honor son su vestidura;
Y en el día postrero reirá.
26Abrió su boca con sabiduría:
Y la ley de clemencia está en su lengua.
27Considera los caminos de su casa,
Y no come el pan de balde.
28Levantáronse sus hijos, y llamáronla bienaventurada;
Y su marido también la alabó.
29Muchas mujeres hicieron el bien;
Mas tú las sobrepujaste á todas.
30Engañosa es la gracia, y vana la hermosura:
La mujer que teme á Jehová, ésa será alabada.
31Dadle el fruto de sus manos,
Y alábenla en las puertas sus hechos.