191MEJOR
es el pobre que camina en su sencillez,
Que el de perversos labios y fatuo.
2El alma sin ciencia no es buena;
Y el presuroso de pies peca.
3La insensatez del hombre tuerce su camino;
Y
contra Jehová se aira su corazón.
4
Las riquezas allegan muchos amigos:
Mas el pobre, de su amigo es apartado.
5
El testigo falso no quedará sin castigo;
Y el que habla mentiras no escapará.
6
Muchos rogarán al príncipe:
Mas
cada uno es amigo del hombre que da.
7
Todos los hermanos del pobre le aborrecen:
¡Cuánto más sus amigos se alejarán de él!
Buscará la palabra y no la hallará.
8El que posee entendimiento, ama su alma:
El que guarda la inteligencia, hallará el bien.
9El testigo falso no quedará sin castigo;
Y el que habla mentiras, perecerá.
10No conviene al necio el deleite:
¡Cuánto menos
al siervo ser señor de los príncipes!
11
La cordura del hombre detiene su furor;
Y su honra es disimular la ofensa.
12Como el bramido del cachorro de león es la ira del rey;
Y su favor
como el rocío sobre la hierba.
13Dolor es para su padre el hijo necio;
Y gotera continua las contiendas de la mujer.
14La casa y las riquezas herencia son de los padres:
Mas de Jehová la mujer prudente.
15
La pereza hace caer en sueño;
Y el alma negligente
hambreará.
16El que guarda
el mandamiento, guarda su alma:
Mas el que menospreciare sus caminos, morirá.
17A
Jehová empresta el que da al pobre,
Y él le dará su paga.
18
Castiga á tu hijo en tanto que hay esperanza;
Mas no se excite tu alma para destruirlo.
19El de grande ira llevará la pena:
Y si usa de violencias, añadirá nuevos males.
20Escucha el consejo, y recibe la corrección,
Para que seas sabio
en tu vejez.
21
Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre;
Mas el consejo de Jehová permanecerá.
22Contentamiento es á los hombres hacer misericordia:
Pero mejor es el pobre que el mentiroso.
23El temor de Jehová es
para vida;
Y con él vivirá el hombre, lleno de reposo;
No será visitado de mal.
24
El perezoso esconde su mano en el seno:
Aun á su boca no la llevará.
25Hiere al escarnecedor, y el simple se hará avisado;
Y corrigiendo al entendido, entenderá ciencia.
26El que roba á su padre y ahuyenta á su madre,
Hijo es avergonzador y deshonrador.
27Cesa, hijo mío, de oir la enseñanza
Que induce á divagar de las razones de sabiduría.
28El testigo perverso se burlará del juicio;
Y
la boca de los impíos encubrirá la iniquidad.
29Aparejados están juicios para los escarnecedores,
Y azotes para los cuerpos de los insensatos.
201EL
vino es escarnecedor, la cerveza alborotadora;
Y cualquiera que por ello errare, no será sabio.
2
Como bramido de cachorro de león es el terror del rey:
El que lo hace enfurecerse, peca contra su alma.
3
Honra es del hombre dejarse de contienda:
Mas todo insensato se envolverá en ella.
4
El perezoso no ara á causa del invierno;
Pedirá pues en la siega,
y no hallará.
5
Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre:
Mas el hombre entendido lo alcanzará.
6Muchos hombres publican cada uno su liberalidad:
Mas hombre de verdad, ¿quién lo hallará?
7El justo que camina en su integridad,
Bienaventurados serán
sus hijos después de él.
8
El rey que se sienta en el trono de juicio,
Con su mirar disipa todo mal.
9
¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón,
Limpio estoy de mi pecado?
10Doble pesa y doble medida,
Abominación son á Jehová ambas cosas.
11Aun el muchacho es conocido por sus hechos,
Si su obra fuere limpia y recta.
12El oído que oye, y el ojo que ve,
Ambas cosas ha igualmente hecho Jehová.
13No ames el sueño, porque no te empobrezcas;
Abre tus ojos, y te hartarás de pan.
14El que compra dice: Malo es, malo es:
Mas en apartándose, se alaba.
15Hay oro y multitud de piedras preciosas:
Mas
los labios sabios son vaso precioso.
16
Quítale su ropa al que salió por fiador del extraño;
Y tómale prenda al que fía la extraña.
17Sabroso es al hombre el pan de mentira;
Mas después su boca será llena de cascajo.
18
Los pensamientos con el consejo se ordenan:
Y con industria
se hace la guerra.
19
El que descubre el secreto, en chismes anda:
No te entrometas, pues, con el que lisonjea con sus labios.
20El que maldice á su padre ó á su madre,
Su lámpara será
apagada en oscuridad tenebrosa.
21
La herencia adquirida de priesa al principio,
Aun su postrimería no será bendita.
22No digas,
yo me vengaré;
Espera á Jehová, y él te salvará.
23
Abominación son á Jehová las pesas dobles;
Y el peso falso no es bueno.
24
De Jehová son los pasos del hombre:
¿Cómo pues entenderá el hombre su camino?
25Lazo es al hombre el devorar lo santo,
Y andar pesquisando después de los votos.
26
El rey sabio esparce los impíos.
Y
sobre ellos hace tornar la rueda.
27
Candela de Jehová es el alma del hombre,
Que escudriña lo secreto del vientre.
28
Misericordia y verdad guardan al rey;
Y con clemencia sustenta su trono.
29La gloria de los jóvenes es su fortaleza,
Y la hermosura de los viejos
la vejez.
30Las señales de las heridas son medicina para lo malo:
Y las llagas llegan á lo más secreto del vientre.
211COMO los repartimientos de las aguas, así está el corazón del rey en la mano de Jehová:
A todo lo que quiere lo inclina.
2
Todo camino del hombre es recto en su opinión:
Mas Jehová pesa los corazones.
3
Hacer justicia y juicio es á Jehová
Más agradable que sacrificio.
4
Altivez de ojos, y orgullo de corazón,
Y el brillo de los impíos, son pecado.
5Los pensamientos del solícito ciertamente van á abundancia;
Mas todo presuroso, indefectiblemente á pobreza.
6
Allegar tesoros con lengua de mentira,
Es vanidad desatentada de aquellos que buscan la muerte.
7La rapiña de los impíos los destruirá;
Por cuanto no quisieron hacer juicio.
8El camino del hombre perverso es torcido y extraño:
Mas la obra del limpio es recta.
9
Mejor es vivir en un rincón de zaquizamí.
Que con la mujer rencillosa en espaciosa casa.
10
El alma del impío desea mal:
Su prójimo no le parece bien.
11
Cuando el escarnecedor es castigado, el simple se hace sabio;
Y cuando se amonestare al sabio, aprenderá ciencia.
12Considera el justo la casa del impío:
Cómo los impíos son trastornados por el mal.
13
El que cierra su oído al clamor del pobre,
También él clamará, y no será oído.
14El
presente en secreto amansa el furor,
Y el don en el seno, la fuerte ira.
15Alegría es al justo hacer juicio;
Mas quebrantamiento á los que hacen iniquidad.
16El hombre que se extravía del camino de la sabiduría,
Vendrá á parar en la compañía de los muertos.
17Hombre necesitado será el que ama el deleite:
Y el que ama el vino y ungüentos no enriquecerá.
18
El rescate del justo es el impío,
Y por los rectos el prevaricador.
19
Mejor es morar en tierra del desierto,
Que con la mujer rencillosa é iracunda.
20Tesoro codiciable y pingüe hay en la casa del sabio;
Mas el hombre insensato lo disipará.
21
El que sigue la justicia y la misericordia,
Hallará la vida, la justicia, y la honra.
22
La ciudad de los fuertes tomó el sabio,
Y derribó la fuerza en que ella confiaba.
23
El que guarda su boca y su lengua,
Su alma guarda de angustias.
24Soberbio y presuntuoso escarnecedor es el nombre
Del que obra con orgullosa saña.
25
El deseo del perezoso le mata,
Porque sus manos no quieren trabajar.
26Hay quien todo el día codicia:
Mas el
justo da, y no desperdicia.
27El sacrificio de los impíos es abominación:
¡Cuánto más ofreciéndolo con maldad!
28El testigo mentiroso perecerá:
Mas el hombre que oye, permanecerá en su dicho.
29El hombre impío afirma rostro:
Mas el recto ordena sus caminos.
30
No hay sabiduría, ni inteligencia,
Ni consejo, contra Jehová.
31
El caballo se apareja para el día de la batalla:
Mas de Jehová es el salvar.