81Y DÍJOME Jehová: Tómate un gran volumen, y
escribe en él en estilo de hombre tocante á Maher-salal-hash-baz.
2Y junté conmigo por testigos fieles á
Urías sacerdote, y á Zacarías hijo de Jeberechîas.
3Y juntéme con la profetisa, la cual concibió, y parió un hijo. Y díjome Jehová: Ponle por nombre Maher-salal-hash-baz.
4Porque antes que el niño
sepa decir, Padre mío, y Madre mía, será quitada la fuerza de
Damasco y los despojos de Samaria, en la presencia del rey de Asiria.
5Otra vez tornó Jehová á hablarme, diciendo:
6Por cuanto desechó este pueblo las aguas de
Siloé, que corren mansamente, y holgóse
con Rezín y con el hijo de Remalías;
7He aquí por tanto que el Señor hace subir sobre ellos aguas de ríos, impetuosas y muchas, á saber, al rey de Asiria con todo su poder; el cual subirá sobre todos sus ríos, y pasará sobre todas sus riberas:
8Y pasando hasta Judá, inundará, y sobrepujará,
y llegará hasta la garganta; y extendiendo sus alas, llenará la anchura de tu tierra,
oh Emmanuel.
9Juntaos, pueblos, y seréis quebrantados; oid todos los que sois de lejanas tierras: poneos á punto, y seréis quebrantados; apercibíos, y seréis quebrantados.
10Tomad consejo, y será deshecho; proferid palabra, y no será firme:
porque Dios con nosotros.
11Porque Jehová me dijo de esta manera con mano fuerte, y enseñóme que no caminase por el camino de este pueblo, diciendo:
12No digáis, Conjuración, á todas las cosas á que este pueblo dice, Conjuración;
ni temáis lo que temen, ni tengáis miedo.
13A Jehová de los ejércitos,
a él santificad:
sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo.
14Entonces
él será por santuario; mas á las dos casas de Israel por
piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y
por lazo y por red al morador de Jerusalem.
15Y muchos tropezarán entre ellos, y caerán, y serán quebrantados: enredaránse, y serán presos.
16Ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos.
17Esperaré pues á Jehová, el cual
escondió su rostro de la casa de Jacob, y á él
aguardaré.
18He aquí,
yo y
los hijos que me dió Jehová,
por señales y
prodigios en Israel, de parte de Jehová de los ejércitos que mora en el monte de Sión.
19Y si os dijeren:
Preguntad á los pythones y á los adivinos, que
susurran hablando, responded:
¿No consultará el pueblo á su Dios? ¿Apelará
por los vivos á los muertos?
20
¡A la ley y al testimonio!
Si no dijeren conforme á esto, es
porque no les ha amanecido.
21Y pasarán por él fatigados y hambrientos, y acontecerá que teniendo hambre, se enojarán y
maldecirán á su rey y á su Dios, levantando el rostro en alto.
22Y
mirarán á la tierra, y he aquí tribulación y tiniebla,
oscuridad y angustia; y serán sumidos en las tinieblas.
91AUNQUE
no será esta oscuridad tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron
la primera vez á la
tierra de Zabulón, y á la tierra de Nephtalí; y después cuando agravaron por la vía de la mar, de esa parte del Jordán, en Galilea de las gentes.
2El
pueblo que
andaba en tinieblas vió gran luz: los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.
3
Aumentando la gente, no aumentaste la alegría. Alegraránse delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos.
4Porque tú quebraste su
pesado yugo, y la vara de su hombro, y el cetro de su exactor, como en el día de
Madián.
5Porque toda batalla de quien pelea es con estruendo, y con revolcamiento de vestidura en sangre: mas esto será para quema, y pábulo del fuego.
6Porque
un niño nos es nacido,
hijo nos es dado; y el
principado sobre su hombro: y llamaráse su nombre
Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno,
Príncipe de paz.
7Lo dilatado de su imperio y la paz
no tendrán término, sobre el trono de David, y sobre su reino, disponiéndolo y
confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora para siempre.
El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.
8El Señor envió palabra á Jacob, y cayó en Israel.
9Y la sabrá el pueblo, todo él,
Ephraim y los moradores de
Samaria, que con soberbia y con altivez de corazón dicen:
10Los ladrillos cayeron, mas edificaremos de cantería; cortaron los cabrahigos, mas cedros pondremos en su lugar.
11Empero Jehová ensalzará los enemigos de
Rezín contra él, y juntará sus enemigos;
12De oriente
los Siros, y los
Filisteos de poniente; y con toda la boca se tragarán á Israel.
Ni con todo eso ha cesado su furor, antes todavía su mano extendida.
13Mas
el pueblo no se convirtió al que lo hería, ni buscaron á Jehová de los ejércitos.
14Y Jehová cortará de Israel cabeza y cola, ramo y caña
en un mismo día.
15El viejo y venerable de rostro es la cabeza: el profeta que enseña mentira, este es cola.
16Porque los gobernadores de este pueblo son engañadores; y sus gobernados, perdidos.
17Por tanto, el Señor no tomará contentamiento en sus mancebos, ni de sus huérfanos y viudas tendrá misericordia: porque todos son
falsos y malignos, y toda boca habla despropósitos.
Con todo esto no ha cesado su furor, antes todavía su mano extendida.
18Porque la maldad
se encendió como fuego, cardos y espinas devorará; y encenderáse en lo espeso de la breña, y serán alzados como humo.
19Por la ira de Jehová de los ejércitos se oscureció la tierra, y será el pueblo como pábulo del fuego:
el hombre no tendrá piedad de su hermano.
20Cada uno hurtará á la mano derecha, y tendrá hambre; y comerá á la izquierda,
y no se hartará:
cada cual comerá la carne de su brazo:
21
Manasés á Ephraim, y Ephraim á Manasés, y
entrambos contra Judá.
Ni con todo esto ha cesado su furor, antes todavía extendida su mano.
101¡AY de los que
establecen leyes injustas, y determinando prescriben tiranía,
2Por apartar del juicio á los pobres, y por quitar el derecho á los
afligidos de mi pueblo; por despojar las viudas, y robar los huérfanos!
3¿Y qué haréis en el
día de la visitación? ¿y á quién os acogeréis que os ayude, cuando viniere de lejos el asolamiento? ¿y en dónde dejaréis vuestra gloria?
4Sin mí se inclinarán entre los presos, y entre los muertos caerán. Ni con todo esto
ha cesado su furor, antes todavía extendida su mano.
5Oh Assur,
vara y bastón de mi furor: en su mano he puesto mi ira.
6Mandaréle
contra una gente fementida, y sobre el pueblo de mi ira le enviaré,
para que quite despojos, y arrebate presa, y que lo ponga á ser hollado como lodo de las calles.
7Aunque él no lo pensará así,
ni su corazón lo imaginará de esta manera; sino que su pensamiento será desarraigar y cortar gentes no pocas.
8Porque él dice:
Mis príncipes ¿no son todos reyes?
9¿No es
Calno
como Carchêmis,
Hamath como
Arphad, y Samaria como Damasco?
10
Como halló mi mano los reinos de los ídolos, siendo sus imágenes más que Jerusalem y Samaria;
11Como hice á Samaria y á sus ídolos, ¿no haré también así á Jerusalem y á sus
ídolos?
12Mas acontecerá que
después que el Señor hubiere acabado toda su obra en el monte de Sión, y en Jerusalem,
visitaré sobre el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, y sobre la gloria de la altivez de sus ojos.
13
Porque dijo: Con la fortaleza de mi mano lo he hecho, y con mi sabiduría; porque he sido prudente: y quité los términos de los pueblos, y saque sus tesoros, y derribé como valientes los que estaban sentados:
14Y halló mi mano como nido las riquezas de los pueblos; y como se cogen los huevos dejados, así me apoderé yo de toda la tierra; y no hubo quien moviese ala, ó abriese boca y graznase.
15¿Gloriaráse el hacha contra el que con ella corta? ¿se ensoberbecerá la sierra contra el que la mueve? como si el bordón se levantase contra los que lo levantan; como si se levantase la vara: ¿no es leño?
16Por tanto el Señor Jehová de los ejércitos enviará flaqueza sobre sus gordos; y debajo de su gloria encenderá encendimiento, como ardor de fuego.
17Y la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama que abrase y consuma
en un día sus cardos y sus espinas.
18La gloria de su bosque y de su campo fértil consumirá, desde el alma hasta la carne: y vendrá á ser como abanderado en derrota.
19Y los árboles que quedaren en su bosque, serán en número que un niño los pueda contar.
20Y acontecerá
en aquel tiempo, que los que hubieren quedado de Israel, y
los que hubieren quedado de la casa de Jacob,
nunca más estriben sobre el que los hirió; sino que se apoyarán con verdad en Jehová Santo de Israel.
21
Las reliquias se convertirán, las reliquias de Jacob, al Dios fuerte.
22Porque si tu pueblo, oh Israel, fuere como las arenas de la mar,
las reliquias de él se convertirán: la destrucción acordada rebosará justicia.
23Pues el Señor Jehová de los ejércitos hará consumación y fenecimiento en medio de la tierra.
24Por tanto el Señor Jehová de los ejércitos dice así: Pueblo mío, morador de Sión, no temas de Assur. Con vara te herirá, y contra ti alzará su palo, á la manera de Egipto:
25Mas de aquí
a muy poco tiempo, se acabará el furor y mi enojo, para fenecimiento de ellos.
26Y levantará Jehová de los ejércitos azote contra él, cual la matanza de
Madián en la peña de Oreb: y alzará
su vara sobre la mar, según hizo por la vía de Egipto.
27Y acaecerá
en aquel tiempo, que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se empodrecerá por causa de
la unción.
28Vino hasta Ajad, pasó hasta
Migrón; en
Michmas contará su ejército:
29Pasaron el vado;
alojaron en Geba: Ramá tembló; Gabaa de Saúl huyó.
30Grita en alta voz, hija
de Galim; haz que se oiga hacia Lais, pobrecilla Anathoth.
31Madmena se alborotó: los moradores de Gebim se juntarán.
32Aún vendrá día cuando reposará en
Nob: alzará su mano al monte de la hija de Sión, al collado de Jerusalem.
33He aquí el Señor Jehová de los ejércitos desgajará el ramo con fortaleza: y los de grande altura serán cortados, y los altos serán humillados.
34
Y cortará con hierro la espesura del bosque, y
el Líbano caerá con fortaleza.