501ASÍ dijo Jehová:
¿Qué es de la carta de repudio de vuestra madre, con la cual yo la repudié? ¿ó quiénes son mis acreedores,
a quienes os he yo vendido? He aquí que por vuestras maldades
Ro. 7.14
sois vendidos, y por vuestras rebeliones fué repudiada vuestra madre:
2Porque vine, y nadie pareció;
llamé, y nadie respondió.
¿Ha llegado á acortarse mi mano, para no redimir? ¿no hay en mí poder para librar? He
aquí que con mi reprensión hago secar la mar; torno los ríos en desierto,
hasta pudrirse sus peces, y morirse de sed por falta de agua.
3Visto de oscuridad los cielos,
y torno
como saco su cobertura.
4El Señor Jehová me dió lengua
de sabios, para saber hablar en sazón palabra al cansado;
despertará de mañana, despertaráme de mañana oído, para que oiga como los sabios.
5El Señor Jehová me abrió el oído, y yo
no fuí rebelde, ni me torné atrás.
6
Dí mi cuerpo á los heridores,
y mis mejillas á los que me mesaban el cabello: no escondí mi rostro de las injurias y esputos.
7Porque el Señor Jehová me ayudará; por tanto no me avergoncé: por eso
puse mi rostro como un pedernal,
y sé que no seré avergonzado.
8Cercano está de mí
el que me justifica;
¿quién contenderá conmigo? juntémonos. ¿Quién es el adversario de mi causa? acérquese á mí.
9He aquí que el Señor Jehová me ayudará; ¿quién hay que me condene?
He aquí que todos ellos como ropa de vestir se envejecerán,
los comerá polilla.
10¿Quién hay entre vosotros que teme á Jehová, y oye la voz de su siervo?
el que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová,
y apóyese en su Dios.
11He aquí que todos vosotros encendéis fuego, y estáis cercados de centellas: andad á la luz de vuestro fuego, y á las centellas que encendisteis.
De mi mano os vendrá esto;
en dolor seréis sepultados.