261EN
aquel día cantarán este cantar en tierra de Judá: Fuerte ciudad tenemos:
salud puso Dios por muros y antemuro.
2Abrid las puertas,
y entrará la gente justa, guardadora de verdades.
3Tú le guardarás en completa paz, cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti se ha confiado.
4Confiad en Jehová
perpetuamente: porque en el Señor Jehová está la fortaleza de los siglos.
5Porque derribó los que moraban en lugar sublime:
humilló la ciudad ensalzada, humillóla hasta la tierra, derribóla hasta el polvo.
6Hollarála pie, los pies del afligido, los pasos de los menesterosos.
7El camino del justo es rectitud:
Tú, Recto, pesas el camino del justo.
8También
en el camino de tus juicios, oh Jehová, te hemos esperado:
a tu nombre y á tu memoria es el deseo del alma.
9Con mi alma
te he deseado en la noche; y en tanto que me durare el espíritu en medio de mí, madrugaré á buscarte: porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.
10Alcanzará piedad el impío,
y no aprenderá justicia;
en tierra de rectitud hará iniquidad, y no mirará á la majestad de Jehová.
11Jehová, bien que se levante tu mano, no ven: verán al cabo, y se avergonzarán los que envidian á tu pueblo; y á tus enemigos fuego los consumirá.
12Jehová, tú nos depararás paz; porque también
obraste en nosotros todas nuestras obras.
13Jehová Dios nuestro,
señores se han enseñoreado de nosotros fuera de ti; mas
en ti solamente nos acordaremos de tu nombre.
14Muertos son, no vivirán: han fallecido, no resucitarán: porque los visitaste, y destruiste,
y deshiciste toda su memoria.
15
Añadiste al pueblo, oh Jehová, añadiste al pueblo: hicístete glorioso: extendíste lo hasta todos los términos de la tierra.
16Jehová,
en la tribulación te buscaron: derramaron oración cuando los castigaste.
17Como
la preñada cuando se acerca el parto gime, y da gritos con sus dolores, así hemos sido delante de ti, oh Jehová.
18Concebimos, tuvimos dolores de parto, parimos como viento: salud ninguna hicimos en la tierra, ni cayeron
los moradores del mundo.
19Tus muertos vivirán; junto con mi cuerpo muerto resucitarán.
¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío, cual rocío de hortalizas; y la tierra echará los muertos.
20Anda, pueblo mío,
éntrate en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la ira.
21Porque he aquí que Jehová sale
de su lugar, para visitar la maldad del morador de la tierra contra él; y la tierra descubrirá sus sangres, y no más encubrirá sus muertos.
271
EN aquel día Jehová visitará con su espada dura, grande y fuerte,
sobre leviathán, serpiente rolliza, y sobre leviathán serpiente retuerta; y matará
al dragón que está en la mar.
2En aquel día
cantad de la
viña del vino rojo.
3Yo Jehová la guardo,
cada momento la regaré; guardaréla de noche y de día, porque nadie la visite.
4No hay en mí enojo.
¿Quién pondrá contra mí en batalla espinas y cardos? Yo los hollaré, quemarélos juntamente.
5¿O forzará alguien
mi fortaleza? Haga conmigo paz, sí, haga paz conmigo.
6Días vendrán cuando Jacob
echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel, y la haz del mundo se henchirá de fruto.
7¿Acaso ha sido herido como quien lo hirió? ¿ó ha sido muerto como los que lo mataron?
8Con medida la castigarás en sus vástagos. El reprime su recio viento en el día del aire solano.
9De esta manera pues será purgada la iniquidad de Jacob; y éste será todo el fruto, la remoción de su pecado, cuando tornare todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, y no se levantarán los
bosques, ni las imágenes del sol.
10Porque la ciudad fortalecida será asolada, la morada
será desamparada y dejada como un desierto: allí se apacentará el becerro, allí tendrá su majada, y acabará sus ramas.
11Cuando sus ramas se secaren, serán quebradas; mujeres vendrán á encenderlas:
porque aquél no es pueblo de entendimiento; por tanto
su Hacedor no tendrá de él misericordia, ni se compadecerá de él el que lo formó.
12Y acontecerá en aquel día, que herirá Jehová desde el álveo
del río
hasta el torrente de Egipto, y vosotros, hijos de Israel, seréis reunidos uno á uno.
13Acontecerá también en aquel día,
que se tañerá con gran trompeta, y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y
los que habían sido echados en tierra de Egipto, y
adorarán á Jehová en el monte santo, en Jerusalem.
281¡AY de
la corona de soberbia, de los ebrios de Ephraim, y de
la flor caduca de la hermosura de su gloria, que está sobre la cabeza del valle fértil de los aturdidos del vino!
2He aquí Jehová tiene un fuerte y poderoso:
como turbión de granizo y como torbellino trastornador; como ímpetu de recias aguas que inundan, con fuerza derriba á tierra.
3Con los pies será hollada la corona de soberbia de los borrachos de Ephraim;
4Y será la flor caduca de la hermosura de su gloria que está sobre la cabeza del valle fértil, como la fruta temprana, la primera del verano, la cual, en viéndola el que la mira, se la traga tan luego como la tiene á mano.
5En aquel día Jehová de los ejércitos será por corona de gloria y diadema de hermosura á las reliquias de su pueblo;
6Y por espíritu de juicio al que se sentare en juicio, y por fortaleza á los que harán tornar la batalla
hasta la puerta.
7Mas también éstos
erraron con el vino; y
con la sidra se entontecieron;
el sacerdote y el profeta erraron con la sidra, fueron trastornados del vino, aturdiéronse con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio.
8Porque todas las mesas están llenas de vómito y suciedad, hasta no haber lugar limpio.
9¿A quién se enseñará ciencia,
o á quién se hará entender doctrina? ¿A los quitados de la leche? ¿á los arrancados de los pechos?
10Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá:
11Porque
en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará á este pueblo,
12A los cuales él dijo: Este es el reposo: dad reposo al cansado; y éste es el refrigerio: mas no quisieron oir.
13La palabra pues de Jehová les será mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, y enlazados, y presos.
14Por tanto, varones
burladores, que estáis enseñoreados sobre este pueblo que está en Jerusalem, oid la palabra de Jehová.
15Porque habéis dicho: Concierto tenemos hecho con la muerte, é hicimos acuerdo con la sepultura; cuando pasare el turbión del azote, no llegará á nosotros, pues que hemos puesto nuestra acogida en la mentira, y en la falsedad nos esconderemos:
16Por tanto, el Señor Jehová dice así:
He aquí que yo fundo en Sión
una piedra, piedra de fortaleza, de esquina, de precio,
de cimiento estable:
el que creyere, no se apresure.
17
Y ajustaré el juicio á cordel, y á nivel la justicia; y granizo barrerá la acogida de la mentira, y aguas arrollarán el escondrijo.
18Y será anulado vuestro concierto con la muerte, y vuestro acuerdo con el sepulcro no será firme: cuando pasare el turbión del azote, seréis de él hollados.
19Luego que comenzare á pasar, él os arrebatará; porque de mañana de mañana pasará, de día y de noche; y será que el espanto solamente haga entender lo oído.
20Porque la cama es tan angosta que no basta, y la cubierta estrecha para recoger.
21Porque Jehová se levantará como en el monte
Perasim, como en el valle de
Gabaón se enojará; para hacer su obra, su extraña obra, y para hacer su operación, su extraña operación.
22Ahora pues, no os burléis, porque no se aprieten más vuestras ataduras: porque
consumación y acabamiento sobre toda la tierra he oído del Señor Jehová de los ejércitos.
23Estad atentos, y oid mi voz; estad atentos, y oid mi dicho.
24El que ara para sembrar, ¿arará todo el día;
romperá y quebrará los terrones de la tierra?
25Después que hubiere igualado su superficie, ¿no derramará la neguilla, sembrará el comino, pondrá el trigo por su orden, y la cebada en su señal, y
la avena en su término?
26Porque su Dios le instruye, y le enseña á juicio;
27Que la neguilla no se trillará con trillo, ni sobre el comino rodará rueda de carreta; sino que con un palo se sacude la neguilla, y el comino con una vara.
28El pan se trilla; mas no siempre lo trillará, ni lo comprimirá con la rueda de su carreta, ni lo quebrantará con los dientes de su trillo.
29También esto salió de Jehová de los ejércitos,
para hacer maravilloso el consejo y engrandecer la sabiduría.