21PORQUE quiero que sepáis cuán gran solicitud tengo por vosotros, y por los que están en
Ap. 1.113.14
Laodicea, y por todos los que nunca vieron mi rostro en carne;
2Para que sean confortados sus corazones, unidos en amor, y en
todas riquezas de cumplido entendimiento para conocer
el misterio de
Dios, y del Padre, y de Cristo;
3En el cual
están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento.
4Y esto digo, para que nadie os engañe con palabras persuasivas.
5Porque aunque estoy ausente con el cuerpo, no obstante con el espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro concierto, y la firmeza de vuestra fe en Cristo.
6Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él:
7Arraigados
y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis aprendido, creciendo en ella con hacimiento de gracias.
8Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sustilezas, según
las tradiciones de los hombres, conforme á los elementos del mundo, y no según Cristo:
9Porque
en él habita toda
la plenitud de la divinidad corporalmente:
10Y en él
estáis cumplidos,
el cual es la cabeza de todo
principado y potestad:
11En el cual también sois circuncidados de circuncisión
no hecha con manos,
con el despojamiento del cuerpo de los pecados de la carne, en la circuncisión de Cristo;
12Sepultados
juntamente con él en el bautismo, en el cual también
resucitasteis con él, por la fe de la operación de Dios que le levantó de los muertos.
13Y á vosotros,
estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os vivificó juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,
14Rayendo
la cédula de
los ritos que nos era contraria, que era contra nosotros, quitándola de en medio y enclavándola en la cruz;
15Y
despojando los principados y las potestades, sacólos á la vergüenza en público, triunfando de ellos
en sí mismo.
16Por tanto, nadie os juzgue
en comida, ó en bebida, ó en parte
de día de fiesta, ó de
nueva luna, ó de sábados:
17Lo cual
es la sombra de lo por venir; mas
el cuerpo es de Cristo.
18Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto á los ángeles, metiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado en el sentido de su propia carne,
19Y no teniendo
la cabeza, de la cual todo el cuerpo, alimentado y conjunto por las ligaduras y conjunturas, crece en aumento de Dios.
20Pues
si sois muertos con Cristo cuanto á
los rudimentos del mundo,
¿por qué como si vivieseis al mundo, os sometéis á ordenanzas,
21Tales como, No manejes,
ni gustes, ni aun toques,
22(Las cuales cosas son todas para destrucción en el uso mismo), en conformidad á mandamientos y doctrinas de hombres?
23Tales cosas tienen á la verdad cierta reputación de sabiduría en
culto voluntario, y humildad, y en duro trato del cuerpo; no en alguna honra para el saciar de la carne.