101Y ROBOAM
fué á Sichêm porque en Sichêm se había juntado todo Israel para hacerlo rey.
2Y como lo oyó Jeroboam hijo de Nabat, el cual estaba en Egipto,
donde había huído á causa del rey Salomón, volvió de Egipto.
3Y enviaron y llamáronle. Vino pues Jeroboam, y todo Israel, y hablaron á Roboam, diciendo:
4Tu padre agravó nuestro yugo: afloja tú, pues, ahora algo de la dura servidumbre, y del grave yugo con que tu padre nos apremió, y te serviremos.
5Y él les dijo: Volved á mí de aquí á tres días. Y el pueblo se fué.
6Entonces el rey Roboam tomó consejo con los viejos, que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y díjoles: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda á este pueblo?
7Y ellos le hablaron, diciendo: Si te condujeres humanamente con este pueblo, y los agradares, y les hablares buenas palabras, ellos te servirán perpetuamente.
8Mas él, dejando el consejo que le dieron los viejos, tomó consejo con los mancebos que se habían criado con él, y que delante de él asistían;
9Y díjoles: ¿Qué aconsejáis vosotros que respondamos á este pueblo, que me ha hablado, diciendo: Alivia algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros?
10Entonces los mancebos que se habían criado con él, le hablaron, diciendo: Así dirás al pueblo que te ha hablado diciendo, Tu padre agravó nuestro yugo, mas tú descárganos: así les dirás: Lo más menudo mío es más grueso que los lomos de mi padre.
11Así que, mi padre os cargó de grave yugo, y yo añadiré á vuestro yugo: mi padre os castigó con azotes, y yo con escorpiones.
12Vino pues Jeroboam con todo el pueblo á Roboam al tercer día: según el rey les había mandado deciendo: Volved á mí de aquí á tres días.
13Y respondióles el rey ásperamente; pues dejó el rey Roboam el consejo de los viejos,
14Y hablóles conforme al consejo de los mancebos, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, y yo añadiré á vuestro yugo: mi padre os castigó con azotes, y yo con escorpiones.
15Y no escuchó el rey al pueblo; porque la causa era de Dios, para cumplir Jehová su palabra que había hablado,
por Ahías Silonita, á Jeroboam hijo de Nabat.
16Y viendo todo Israel que el rey no les había oído, respondió el pueblo al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David, ni herencia en el hijo de Isaí? ¡Israel, cada uno á sus estancias! ¡David, mira ahora por tu casa! Así se fué todo Israel á sus estancias.
17Mas reinó Roboam sobre los hijos de Israel que habitaban en las ciudades de Judá.
18Envió luego el rey Roboam á
Adoram, que tenía cargo de los tributos; pero le apedrearon los hijos de Israel, y murió. Entonces se esforzó el rey Roboam, y subiendo en un carro huyó á Jerusalem.
19Así se apartó Israel de la casa de David hasta hoy.
111Y COMO vino Roboam á Jerusalem, juntó la casa de Judá y de Benjamín, ciento y ochenta mil hombres escogidos de guerra, para pelear contra Israel y volver el reino á Roboam.
2Mas fué palabra de Jehová á Semeías varón de Dios, diciendo:
3Habla á Roboam hijo de Salomón, rey de Judá, y á
todos los Israelitas en Judá y Benjamín, diciéndoles:
4Así ha dicho Jehová: No subáis ni peleéis contra vuestros hermanos; vuélvase casa uno á su casa, porque yo he hecho este negocio. Y ellos oyeron la palabra de Jehová, y tornáronse, y no fueron contra Jeroboam.
5Y habitó Roboam en Jerusalem, y edificó ciudades para fortificar á Judá.
6Y edificó á Beth-lehem, y á Etham, y á Tecoa,
7Y á Beth-sur, y á Sochô, y á Adullam,
8Y á Gath, y á Maresa, y á Ziph,
9Y á Adoraim, y á Lachîs, y á Acechâ,
10Y á Sora, y á Ajalón, y á Hebrón, que eran en Judá y en Benjamín, ciudades fuertes.
11Fortificó también las fortalezas, y puso en ellas capitanes, y vituallas, y vino, y aceite;
12Y en todas las ciudades, escudos y lanzas. Fortificólas pues en gran manera, y Judá y Benjamín le estaban sujetos.
13Y los sacerdotes y Levitas que estaban en todo Israel, se juntaron á él de todos sus términos.
14Porque los Levitas dejaban sus
ejidos y sus posesiones, y se venían á Judá y á Jerusalem: pues Jeroboam y sus hijos
los echaban del ministerio de Jehová.
15
Y él se hizo sacerdotes para los altos, y
para los demonios, y para los
becerros que él había hecho.
16
Tras aquéllos acudieron también de todas las tribus de Israel los que habían puesto su corazón en buscar á Jehová Dios de Israel; y viniéronse á Jerusalem para sacrificar á Jehová, el Dios de sus padres.
17
Así fortificaron el reino de Judá, y confirmaron á Roboam hijo de Salomón, por tres años; porque tres años anduvieron en el camino de David y de Salomón.
18Y tomóse Roboam por mujer á Mahalath, hija de Jerimoth hijo de David, y á Abihail, hija de
Eliab hijo de Esaí.
19La cual le parió hijos: á Jeus, y á Samaria, y á Zaham.
20Después de ella tomó
a Maachâ hija de Absalom, la cual le parió á Abías, á Athai, Ziza, y Selomith.
21Mas Roboam amó á Maachâ hija de Absalom sobre todas sus mujeres y concubinas; porque tomó diez y ocho mujeres y sesenta concubinas, y engendró veintiocho hijos y sesenta hijas.
22Y puso Roboam á
Abías hijo de Maachâ por cabeza y príncipe de sus hermanos, porque quería hacerle rey.
23E hízole instruir, y esparció todos sus hijos por todas las tierras de Judá y de Benjamín, y por todas las ciudades fuertes, y dióles vituallas en abundancia, y pidió muchas mujeres.
121Y COMO Roboam hubo confirmado el reino,
dejó la ley de Jehová, y con él todo Israel.
2
Y en el quinto año del rey Roboam subió Sisac rey de Egipto contra Jerusalem, (por cuanto se habían rebelado contra Jehová,)
3Con mil y doscientos carros, y con sesenta mil hombres de á caballo: mas el pueblo que venía con él de Egipto, no tenía número; á saber,
de Libios, Sukienos, y Etiopes.
4Y tomó las
ciudades fuertes de Judá, y llegó hasta Jerusalem.
5Entonces vino
Semeías profeta á Roboam y á los príncipes de Judá, que estaban reunidos en Jerusalem por causa de Sisac, y díjoles: Así ha dicho Jehová: Vosotros me habéis dejado, y yo también os he dejado en manos de Sisac.
6Y los príncipes de Israel y el rey se humillaron, y dijeron: Justo es Jehová.
7Y como vió Jehová que se habían humillado, fué palabra de Jehová á Semeías, diciendo: Hanse humillado; no los destruiré; antes los salvaré en breve, y no se derramará mi ira contra Jerusalem por mano de Sisac.
8Empero serán sus siervos; para que sepan
qué es servirme á mí, y servir á los reinos de las naciones.
9
Subió pues Sisac rey de Egipto á Jerusalem, y tomó los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa del rey; todo lo llevó: y tomó los paveses de oro que Salomón había
hecho.
10Y en lugar de ellos hizo el rey Roboam paveses de metal, y entrególos en manos de los jefes de la guardia, los cuales custodiaban la entrada de la casa del rey.
11Y cuando el rey iba á la casa de Jehová, venían los de la guardia, y traíanlos, y después los volvían á la cámara de la guardia.
12Y como él se humilló, la ira de Jehová se apartó de él, para no destruirlo del todo: y también en Judá las cosas fueron bien.
13Fortificado pues Roboam, reinó en Jerusalem: y era Roboam de cuarenta y un años cuando comenzó á reinar, y diecisiete años reinó en Jerusalem,
ciudad que escogió Jehová de todas las tribus de Israel, para poner en ella su nombre. Y el nombre de su madre fué Naama Ammonita.
14E hizo lo malo, porque no apercibió su corazón para buscar á Jehová.
15
Y las cosas de Roboam, primeras y postreras, ¿no están escritas en los libros de
Semeías profeta y de
Iddo vidente, en la
cuenta de los linajes? Y entre Roboam y Jeroboam hubo perpetua guerra.
16Y durmió Roboam con sus padres, y fué sepultado en la ciudad de David:
y reinó en su lugar Abías su hijo.