31PALABRA fiel:
Si alguno apetece obispado, buena obra desea.
2
Conviene, pues, que el
obispo
sea irreprensible, marido de una mujer, solícito, templado, compuesto,
hospedador,
apto para enseñar;
3No amador del vino, no heridor, no codicioso de torpes ganancias, sino moderado, no litigioso, ajeno de avaricia;
4Que gobierne bien su casa,
que tenga sus hijos en sujeción con toda
honestidad;
5(Porque el que no sabe gobernar su casa, ¿cómo cuidará de
la iglesia de Dios?)
6No un neófito, porque inflándose no caiga en
juicio del diablo.
7También conviene que
tenga buen testimonio de
los extraños, porque no caiga en afrenta
y en lazo del diablo.
8
Los diáconos asimismo, deben ser
honestos, no bilingües, no dados á mucho vino, no amadores de torpes ganancias;
9Que tengan
el misterio de la fe con limpia conciencia.
10
Y éstos también sean antes probados; y así ministren, si fueren sin crimen.
11Las mujeres
asimismo, honestas, no detractoras, templadas, fieles en todo.
12Los diáconos sean maridos de una mujer, que gobiernen bien sus hijos y sus casas.
13Porque los que bien ministraren, ganan para sí buen grado, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.
14Esto te escribo con esperanza que iré presto á ti:
15Y si no fuere tan presto, para que sepas cómo te conviene conversar
en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y apoyo de la verdad.
16Y sin cotradicción, grande es
el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado
en carne;
ha sido justificado con el Espíritu; ha sido
visto de los ángeles; ha sido predicado á los Gentiles; ha sido
creído en el mundo; ha sido
recibido en gloria.
41EMPERO el Espíritu
dice manifiestamente, que
en los venideros tiempos alguno apostatarán de la fe escuchando á
espíritus de error y á doctrinas de demonios;
2Que con hipocresía hablarán mentira,
teniendo cauterizada la conciencia.
3
Que prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de las viandas que Dios crió para que
con hacimiento de gracias participasen de ellas los fieles, y los que han conocido la verdad.
4Porque
todo lo que Dios crió es bueno, y nada hay que desechar, tomándose con hacimiento de gracias:
5Porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.
6Si esto propusieres á los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, criado en las palabras de la fe y de
la buena doctrina, la cual has
alcanzado.
7Mas las
fábulas profanas y de viejas
desecha, y ejercítate para la piedad.
8Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso; mas la piedad para todo aprovecha,
pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.
9Palabra fiel es esta,
y digna de ser recibida de todos.
10Que por esto aun trabajamos y sufrimos oprobios, porque
esperamos en el Dios viviente, el cual es
Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.
11Esto manda y enseña.
12Ninguno
tenga en poco tu juventud; pero sé ejemplo de los fieles en palabra, en
conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en
limpieza.
13Entre tanto que voy, ocúpate en leer, en
exhortar, en
enseñar.
14No descuides el don
que está en ti, que te es dado
por profecía
con la imposición de las manos del
presbiterio.
15Medita estas cosas; ocúpate en ellas; para que tu aprovechamiento sea manifiesto á todos.
16Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello; pues haciendo esto, á ti mismo salvarás y á los que te oyeren.
51NO reprendas al anciano, sino exhórtale como á padre: á los más jóvenes, como á hermanos;
2A las ancianas, como á madres; á las jovencitas, como á hermanas, con toda pureza.
3Honra á las viudas
que en verdad son viudas.
4Pero si alguna viuda tuviere hijos, ó nietos, aprendan primero
a gobernar su casa piadosamente, y á recompensar á sus padres:
porque esto es lo honesto y agradable delante de Dios.
5Ahora, la que en verdad es viuda y solitaria, espera en Dios, y es
diligente en suplicaciones y oraciones
noche y día.
6Pero la que vive en delicias,
viviendo está muerta.
7Denuncia pues estas cosas, para que sean sin reprensión.
8Y si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa,
la fe negó, y es peor que
un infiel.
9La viuda sea puesta en clase especial, no menos que de sesenta años,
que haya sido esposa de un solo marido.
10Que
tenga testimonio en buenas obras; si crió hijos;
si ha ejercitado la hospitalidad; si
ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido á los afligidos; si ha seguido toda buena obra.
11Pero viudas más jóvenes no admitas: porque después de hacerse licenciosas contra Cristo, quieren casarse.
12Condenadas ya, por haber falseado la primera fe.
13Y aun también se acostrumbran á ser ociosas, á andar de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también
parleras
y curiosas, hablando lo que no conviene.
14Quiero pues, que las que son jóvenes se casen, críen hijos,
gobiernen la casa; que ninguna ocasión den al adversario para maldecir.
15Porque ya algunas han vuelto atrás en pos de Satanás.
16Si algún fiel ó alguna fiel tiene viudas, manténgalas, y no sea gravada la iglesia; á fin de que haya lo suficiente
para las que de verdad son viudas.
17
Los ancianos que
gobiernan bien,
sean tenidos por dignos de doblada
honra; mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.
18Porque la Escritura dice:
No embozarás al buey que trilla;
y: Digno es el obrero de su jornal.
19Contra el anciano no recibas acusación sino
con dos ó tres testigos.
20A los que pecaren, repréndelos delante de todos, para que los otros también teman.
21Te requiero delante de
Dios y del Señor Jesucristo, y de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin perjuicio de nadie, que nada hagas inclinándote á la una parte.
22
No impongas
de ligero las manos á ninguno,
ni comuniques en pecados ajenos: consérvate en limpieza.
23No bebas de aquí adelante agua, sino usa de
un poco de vino por causa del estómago, y de tus continuas enfermedades.
24Los pecados de algunos hombres,
antes que vengan ellos á juicio, son manifiestos; mas á otros les vienen después.
25Asimismo las buenas obras antes son manifiestas; y las que son de otra manera, no pueden esconderse.