21
DEJANDO pues toda
malicia, y todo engaño, y fingimientos, y envidias, y todas
las detracciones,
2Desead,
como niños recién nacidos,
la leche espiritual, sin engaño, para que por ella crezcáis en salud:
3Si empero habéis
gustado que el Señor es
benigno;
4Al cual allegándoos, piedra viva,
reprobada cierto de los hombres, empero elegida de Dios, preciosa,
5Vosotros también, como piedras vivas, sed
edificados
una casa espitirual,
y un sacerdocio santo,
para ofrecer sacrificios espirituales,
agradables á Dios por Jesucristo.
6Por lo cual también contiene la Escritura:
He aquí, pongo en Sión la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa;
Y el que creyere en ella, no será confundido.
7Ella es pues honor á vosotros que creéis: mas para los desobedientes,
La piedra que los edificadores reprobaron,
Esta fué hecha la cabeza del ángulo;
8Y
Piedra de tropiezo,
y roca de escándalo
9Mas vosotros sois
linaje escogido, real
sacerdocio,
gente santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado
de las tinieblas á su luz admirable.
10Vosotros,
que en el tiempo pasado no erais pueblo, mas ahora sois pueblo de Dios; que en el tiempo pasado no habíais alcanzado misericordia.
11Amados, yo os ruego como á extranjeros y peregrinos, os abstengáis de los deseos carnales
que batallan contra el alma,
12
Teniendo vuestra
conversación honesta entre los Gentiles; para que, en lo que ellos murmuran de vosotros como de
malhechores, glorifiquen á Dios en el día de
la visitación,
estimándoos por las buenas obras.
13Sed pues
sujetos á toda ordenación humana por respeto á Dios: ya sea al rey, como á superior,
14Ya á los gobernadores, como de él enviados
para venganza de los malhechores, y para loor de los que hacen bien.
15Porque esta es
la voluntad de Dios; que haciendo bien, hagáis callara la ignorancia de los hombres vanos:
16Como libres,
y no como teniendo la libertad por cobertura de malicia, sino
como siervos de Dios.
17Honrad á todos. Amad la fraternidad. Temed á Dios. Honrad al rey.
18Siervos,
sed sujetos con todo temor á vuestros amos; no solamente á los buenos y humanos, sino también á los rigurosos.
19Porque esto es
agradable, si alguno á causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente.
20Porque
¿qué gloria es, si pecando vosotros sois abofeteados, y lo sufrís? mas si haciendo bien sois afligidos, y lo sufrís, esto ciertamente es agradable delante de Dios.
21Porque
para esto sois llamados; pues que también
Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que vosotros sigáis sus pisadas:
22El cual no hizo pecado;
ni fué hallado engaño en su boca:
23Quien cuando le maldecían
no retornaba maldición: cuando padecía, no amenazaba, sino remitía
la causa al que juzga justamente:
24El cual mismo
llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros
siendo muertos á los pecados, vivamos á la justicia:
por la herida del cual habéis sido sanados.
25Porque
vosotros erais como ovejas descarriadas; mas ahora habéis vuelto
al Padre y Obispo de vuestras almas.